El descubrimiento del ADN
Las pruebas de ADN (ácido desoxirribonucleico) sirven para detectar similitudes entre las personas mediante la comparación de sus muestras de ADN, de esta manera se puede establecer si existen o no relaciones familiares. El grado de exactitud es muy elevado, los resultados son altamente precisos. La prueba más común es el test de paternidad por ADN donde se establecer si el hombre sometido a la prueba es el padre biológico del hijo sometido a la prueba.
Sin embargo, las pruebas de genotipo, es decir los test de ADN tiene además innumerables usos, científicamente, por ejemplo el análisis forense de las muestras de ADN, las relaciones entre el seguimiento de los animales domesticados…
En el 1940 se descubrió que las moléculas de ADN son transmitidas por generaciones, de padres a hijos y así sucesivamente. En 1953, Watson y Crick, dos científicos que descubrieron la estructura del ADN (compuesto por dos hebras en forma de escalera de caracol o conocido como “hélice”).
El ADN se produce en todas las células de nuestro cuerpo, es nuestro modelo, estas hebras de ADN contienen nuestra información en forma de un código, que determina nuestros rasgos y características individuales. Este código llamado código genético, es un conjunto de cuatro tipos de bloques que constituyen el ADN. Cuando las dos hebras de ADN se separan, cada bloque (conocido como “bases”) forma una plantilla muy precisa que corresponde a la base de la nueva cadena de ADN, se esta manera la información no se pierde, sino que se duplican y conservan.
El orden en que se producen las bases en el ADN se conoce como la “secuencia del ADN”. Cada individuo tiene una secuencia de ADN exclusiva e igual en todo el cuerpo, podríamos decir que el ADN de cada persona es la huella digital, sin embargo una parte de esta secuencia de ADN es igual y prácticamente invariable entre las familias. Recibimos la mitad del ADN de nuestra madre y la otra mitad de nuestro padre.
Sin embargo, a diferencia de las huellas digitales que establecen la relación familiar, las pequeñas invariaciones heredadas de nuestros padres y progenitores en la secuencia de ADN, es extraordinariamente útil para el propósito.
Todas las células de nuestro cuerpo contienen ADN, las células del interior de la mejilla proporcionan una fuente simple y conveniente tanto para el muestreo como el análisis del ADN.
Proceso de Análisis del ADN
Una vez realizada la toma de muestras de ADN, los científicos purifican estas células de ADN para poder leer las pequeñas variaciones menores (la lectura se realiza mediante un código de barras por una aparato especial de secuenciación de ADN).
Cuando se alinean los códigos de barras uno al lado (el del supuesto padre y el del hijo) se puede visualizar de manera clara si el hijo y el presunto padre están emparentados ya que de ser así, la mitad de las rayas del código de barras debe alinearse con el código de barras del padre, y la otra mitad se alinearán con el código de barras de la madre.
Si el hombre sometido a la prueba no fuera el padre natural del hijo y no hubiera ninguna relación biológica, no habría ninguna barra que coincidiera. Actualmente las pruebas de ADN son el método más exacto la prueba científicamente que garantiza los resultados más seguros y fiables para establecer si existe una relación biológica entre las personas.